OPINIÓN SOBRE LAS CLASES POLÍTICAS DIRIGENTES.

Mi opinión sobre las clases políticas en Colombia la voy a hacer bajo el lente no del fin mismo, sino más bien del origen, pues sigo en la perspectiva de que no son ellos, sino  nosotros los que tenemos que actuar.

Basado en el anterior preámbulo, quisiera lanzar una pregunta a la cual pretendiera que cada uno de respondiera desde lo más profundo de su corazón y es: ¿Qué hago yo por mi país que no hagan aquellos que nos dirigen y que permita la convivencia mínimamente de mi barrio? o en otras palabras ¿Qué hago yo por mi barrio o mi ciudad? Y después me gustaría que nos preguntáramos  ¿Qué esperas que hagan los demás por ti? O mejor ¿A quién esperamos que haga lo que no hacemos por nosotros?.

Yo en respuesta a lo anterior diría algo así: En nuestras manos está el futuro de este país, pues el país no es la clase dirigente, ni las tres ramas judiciales, ni la clase política; el país somos todos, todos hacemos política, desde lo más mínimo cuando ponemos normas en nuestros hogares, siendo cívicos mínimamente, hasta cuando ejercemos el derecho al voto, el cual diría, es nuestro mayor aporte político, pero el cual lastimosamente no hacemos, o peor, no hacemos a conciencia, y después como Pilatos, andamos por ahí en foros diciendo o mejor dicho criticando como si fuéramos ajenos a todo, como si fuéramos de otra familia y llamo familia a todo aquel que se apellide Colombiano.

Esa no es la manera de hablar de lo que nosotros mismo construimos; es hora de actuar y la primera manera de hacerlo es ejerciendo la inteligencia en cada acto que ejecutamos, la responsabilidad con los otros al amar al prójimo como a sí mismos y sudándonos la camiseta por nuestra patria, trabajando honestamente para que así algún día podamos hablar de la clase política abiertamente llenos de orgullo, sabiendo que las personas que nosotros elegimos, son resultado de lo que nosotros hacemos, ¡amar a Colombia, vivir por ella! Llevando en nuestra frente en claro conocimiento que es aquí donde luchamos, donde trabajamos, de la tierra que comemos, del aire que respiramos, en donde y de donde vivimos.


Mil gracias por la atención prestada.

Atentamente,

OSCAR E. OCHOA R.